EL CALVARIO DE FELIPE CRUZ

Octubre 05, 2018

TAREA POLÍTICA
José Luís Santana Ochoa


El alcalde electo de Villa de Álvarez, Felipe Cruz Calvario, se acaba de dar cuenta de que recibirá de su nefasta antecesora en el cargo, Yullenny Guylaine Cortés León, más deudas que presupuesto, exceso de personal, falta de equipamiento e insuficientes camiones recolectores de basura, y otras cositas. Además de los 350 millones de pesos en pasivo de corto, mediano y largo plazos, que supera la deuda del H. Ayuntamiento de Manzanillo cuyo presupuesto anual es casi cuatro veces mayor, la señora le está heredando un patrimonio municipal muy disminuido porque vendió todos los predios propiedad del H. Ayuntamiento que pudo vender, incluidas áreas verdes y de uso comunitario.
Entre las sorpresas que Felipe se está encontrando en sus primeros asomos a la desastrosa administración de la muy voraz todavía alcaldesa villana que le pegó duro y tupido al billete grande amafiada con su insaciable familia y amigas, a través de moches, comisiones, entres y retornos exigidos a proveedores, constructores e inversionistas, figuran adeudos injustificados del Patronato de Festejos Charro Taurinos de Villa de Álvarez, otros indebidamente acumulados durante más de 4 años a una gasolinera, etc., etc., y etc.
Para torear tan crítica situación, Felipe empezará por aligerarse la carga laboral de confianza enjutando el organigrama sin afectar la prestación de los vitales servicios públicos municipales, adelgazamiento organizacional con el que espera ahorrar 14 millones de pesos anuales que de algo le servirán. Él no se asusta ni se espanta, pero sí quiere que sus paisanos estén informados de que no recibe de su depredadora alcaldesa una administración municipal con finanzas sanas y capacidad de respuesta inmediata, a pesar de lo cual hará hasta lo imposible para cumplirles como se comprometió con ellos en campaña.
También los regidores electos de Villa de Álvarez denuncian que la señora Cortés León está cerrando fuerte su muy cuestionada gestión trianual realizando “procedimientos poco transparentes que afectarán las arcas municipales de las próximas administraciones. En virtud de la crítica situación económica que se encuentra y para dar cumplimiento a las demandas ciudadanas en materia de obra y servicios públicos apelamos a la transparencia de la función pública porque la prioridad es servir a los villalvarense”, apelación que será como las llamadas a misa dados el cinismo y el valemadrismo de la porteña que en mala hora para el pueblo que merece mejor suerte se le coló hasta su alcaldía para esquilmarlo.
Pero lo anterior no es todo, la angelita porteña también le está heredando al nuevo alcalde que por tercera vez llega al cargo, un juicio laboral en curso que puede condenarlo a pagarle más de 111 millones de pesos a uno de los dos sindicatos que agrupan a los trabajadores al servicio del H. Ayuntamiento de Villa de Álvarez, más lo que se acumule. Para Felipe Cruz los tres años de su gestión serán un calvario por las exigencias de pago que tendrá de proveedores, bancos y sindicatos, compromisos, buena parte de ellos, irresponsablemente contraídos por quien merecidamente fue apaleada por sus electores el domingo 01/07/2018 cuando tuvo la osadía de presentárseles en las urnas para buscar la reelección.
Bien ha hecho Felipe Cruz Calvario en aclarar paradas, hablar con la verdad, describir las cosas municipales como están, en forma prudente pero puntual, sin rasgarse las vestiduras pero tampoco dar lugar a que su prudencia y buenas maneras se confundan con otras cosas. Si logra volver a poner en pie a la tan dañada administración municipal de la que tomará posesión el próximo día 15, se ganará a pulso una gran oportunidad electoral de cara al 2021.
EL ACABO
 Ya es tiempo de que Ciudad Villa de Álvarez sea tratada de igual a igual con la capital de estado, sin desdenes ni agandalles como hasta ahora. Para empezar, el pretencioso y protagónico alcalde electo de Colima, Leoncio (Locho) Morán Sánchez, debe dejar de asumirse como dueño de la vecindad.

JOSÉ LUIS SANTANA OCHOA