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COLABORACIONES

SE QUEDÓ ESPERANDO COVARRUBIAS:

Julio 08, 2019

Es190707

ESTACIÓN SUFRAGIO

Adalberto Carvajal

Desde que rindió protesta el nuevo delegado estatal de la Cruz Roja, el martes 2 de julio, y el gobernador Ignacio Peralta no hizo mención alguna al futuro del doctor Alberto Covarrubias como servidor público, la comunidad médica se dio por enterada que el nombramiento de Leticia Delgado Carrillo como encargada del despacho en Salud podría evolucionar hacia la titularidad.
Se había venido especulando que el famoso cirujano plástico podía ocupar esa cartera. La Secretaría de Salud y Bienestar Social (SSyBS) era la opción para mantener a Covarrubias al frente de alguna las instituciones del sector salud. Y es que casi coincidente con el término de su gestión en la benemérita, fue su cese como delegado del Instituto de Seguridad Social y Servicios para los Trabajadores del Estado.
Como efecto de la austeridad lopezobradorista, ese cargo perdió toda la jerarquía y la cuantiosa remuneración que tuvo. Y ahora en la representación del ISSSTE despacha como encargada una abogada.

EL DINERO ANTES QUE LA SALUD:
Ante la incomodidad del círculo médico en la entidad, el aparato de gobierno comenzó a enviar señales no sólo de la definitividad del encargo a Leticia Delgado sino de las ventajas de tener una secretaria que no sea médica ni enfermera.
El columnista José Luis Santana Rodríguez hizo el recuento de todos estos mensajes:
Delgado Carrillo “conoce al dedillo el funcionamiento de esa dependencia”, escribió el propietario del diario que fundó el abuelo del Gobernador.
El colega Baldomero Díaz Gaytán apuntó que la Secretaría “necesita de una administradora, de una financiera”, de alguien que evite que la dependencia termine por colapsar por falta de recursos económicos.
Y el propio mandatario estatal opinó que Leticia “conoce el sector, tiene varios meses como coordinadora administrativa, es una gente honesta…” No descartó Ignacio Peralta que la encargada del despacho pueda ser “una alternativa” al nombramiento de un profesional de la Salud como secretario.
José Luis Santana describió con todas sus letras las razones por la cuales la hermana del líder de la mayoría de Morena en San Lázaro, Mario Delgado, podría quedarse definitivamente como titular de la SSyBS: “ya viene en camino el nuevo Instituto de Salud para el Bienestar que se encargará de ‘garantizar el acceso universal a servicios de salud de calidad y medicamentos gratuitos de manera igualitaria y sin distinciones”.

LA DOCTORA INSÓLITA:
La comunidad médica protesta ante la eventual designación de una secretaria ajena al gremio, y no necesariamente porque consideren el cargo como una cuota de poder.
En las representaciones del IMSS y el ISSSTE ha habido delegados que no son médicos porque se trata de fondos mutualistas que, entre otros servicios, ofrecen los de salud.
En cada delegación del Seguro Social había un responsable médico, otro de afiliación y el de servicios; cualquiera de ellos podía ser delegado. Pero resulta impensable que la subdelegación médica o la dirección de un hospital estén en manos de alguien que no sea un facultativo.
En el IMSS, podrían estar calificados un administrador o contador, un abogado con o sin especialidad en finanzas, incluso un empresario que conoce las implicaciones de retener las cuotas obreras y aportar las patronales, como es el caso del ingeniero Briseño. En ese sentido, también debió haber delegados del IMSS que vinieran del liderazgo sindical.
En el ISSSTE el cargo solía tener un carácter político. Un colega cuya mayor virtud analítica es su talento para poner apodos, llamó “Doctor Insólito” (en referencia a la película de Stanley Kubrick) al ex procurador Abel Corona cuando lo nombraron delegado estatal. Pero todo porque el columnista nunca entendió que se trata de un fondo solidario y no de una institución dedicada exclusivamente a la salud.
Sin embargo, la Secretaría de Salud es un organismo normativo, donde parece lógico que el titular no sólo sea un médico sino que de preferencia sea un especialista en Salud Pública.

LA SALUD NEOLIBERAL:
En los últimos años ha habido algunos salubristas al frente de la SSyBS: José Rivas Guzmán que fue secretario en el gobierno de Carlos de la Madrid y en el interinato de Ramón Pérez Díaz, así como Ignacio Villaseñor, el secretario que envió el gobierno federal para manejar el sector.
A diferencia del IMSS y el ISSSTE, la SSyBS tiene como objetivo central prestar servicios de salud. Estos no están subordinados al manejo de las cuotas, sino que en la Secretaría el presupuesto está en función de la política de salud.
Un administrador celoso del ejercicio de los recursos pero poco sensible a la problemática de salud, podría decidir suspender la compra de medicamentos si considera que de esta forma puede presionar al proveedor a bajar los precios de los fármacos. O suspender al personal para castigar indisciplinas, aunque en los hospitales y centros de salud hagan falta médicos y enfermeras.
En otro ejemplo extremo, un criterio financiero gubernamental que busque acumular una bolsa con las participaciones federales para capitalizar al gobierno del estado, en lugar de gastar el dinero conforme vaya llegando, sería una medida administrativa audaz pero criminal desde la perspectiva de la salud pública.

EL PLAN A DE MARIO:
Nombrar secretaria a Leticia Delgado le ahorraría a Nacho Peralta la molestia de hacerle entender al médico que eventualmente esté al frente de los servicios, por qué la coordinadora administrativa responde directamente al Gobernador y no a su jefe inmediato.
Nacho siempre ha tenido en Salud quién le maneje los billetes, y esa fue la causa por la que renunciaron los tres secretarios que ha tenido: Alfonso Hernández Ochoa fue director administrativo con Carlos Salazar Silva; Julián Martínez Barrera con Ignacio Villaseñor y Leticia Delgado (quien reapareció en la vida pública de Colima como gerente postal estatal) con Miguel Becerra.
Por lo demás, Leticia Delgado podría representar el perfil acorde con la estrategia de salud que quiere llevar Peralta Sánchez: una secretaria con derecho de picaporte en la Cámara de Diputados, donde se discutirá el presupuesto 2019; y una funcionaria relacionada entrañablemente con uno de los operadores políticos del presidente López Obrador.
En su gira de agradecimiento, el entonces mandatario electo dijo que los colimenses tendrían dos enlaces directos con su gobierno: Mario Delgado Carrillo, desde la cámara baja, e Indira Vizcaíno desde la superdelegación estatal del gobierno de la república.
No dijo AMLO que el diputado Delgado fungiría como cónsul general en Colima, pero en Casa de Gobierno así lo ven y Mario ha actuado en consecuencia con esa expectativa.
A eso hay que agregar que Delgado Carrillo es uno de los aspirantes de Morena a la candidatura al gobierno estatal. Y en la tradición priista, la clase política local asume que debe ofrecerle los espacios y los recursos que ayuden al economista a posicionarse en Colima.
Por cierto, ya se vio por qué los amigos de Mario Delgado insisten en decir que la gubernatura de Colima es su Plan B, cuando la elección local será en tres años y hasta 2024 se jugará la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México: antes de ir por la candidatura oficial en Colima, Mario Delgado tendrá que agotar la posibilidad de ser el nuevo dirigente nacional del partido Morena.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com. Esta columna también se puede leer en: www.carvajalberber.com y sus redes sociales.

Es190707

ESTACIÓN SUFRAGIO

Adalberto Carvajal

SE QUEDÓ ESPERANDO COVARRUBIAS:
Desde que rindió protesta el nuevo delegado estatal de la Cruz Roja, el martes 2 de julio, y el gobernador Ignacio Peralta no hizo mención alguna al futuro del doctor Alberto Covarrubias como servidor público, la comunidad médica se dio por enterada que el nombramiento de Leticia Delgado Carrillo como encargada del despacho en Salud podría evolucionar hacia la titularidad.
Se había venido especulando que el famoso cirujano plástico podía ocupar esa cartera. La Secretaría de Salud y Bienestar Social (SSyBS) era la opción para mantener a Covarrubias al frente de alguna las instituciones del sector salud. Y es que casi coincidente con el término de su gestión en la benemérita, fue su cese como delegado del Instituto de Seguridad Social y Servicios para los Trabajadores del Estado.
Como efecto de la austeridad lopezobradorista, ese cargo perdió toda la jerarquía y la cuantiosa remuneración que tuvo. Y ahora en la representación del ISSSTE despacha como encargada una abogada.

EL DINERO ANTES QUE LA SALUD:
Ante la incomodidad del círculo médico en la entidad, el aparato de gobierno comenzó a enviar señales no sólo de la definitividad del encargo a Leticia Delgado sino de las ventajas de tener una secretaria que no sea médica ni enfermera.
El columnista José Luis Santana Rodríguez hizo el recuento de todos estos mensajes:
Delgado Carrillo “conoce al dedillo el funcionamiento de esa dependencia”, escribió el propietario del diario que fundó el abuelo del Gobernador.
El colega Baldomero Díaz Gaytán apuntó que la Secretaría “necesita de una administradora, de una financiera”, de alguien que evite que la dependencia termine por colapsar por falta de recursos económicos.
Y el propio mandatario estatal opinó que Leticia “conoce el sector, tiene varios meses como coordinadora administrativa, es una gente honesta…” No descartó Ignacio Peralta que la encargada del despacho pueda ser “una alternativa” al nombramiento de un profesional de la Salud como secretario.
José Luis Santana describió con todas sus letras las razones por la cuales la hermana del líder de la mayoría de Morena en San Lázaro, Mario Delgado, podría quedarse definitivamente como titular de la SSyBS: “ya viene en camino el nuevo Instituto de Salud para el Bienestar que se encargará de ‘garantizar el acceso universal a servicios de salud de calidad y medicamentos gratuitos de manera igualitaria y sin distinciones”.

LA DOCTORA INSÓLITA:
La comunidad médica protesta ante la eventual designación de una secretaria ajena al gremio, y no necesariamente porque consideren el cargo como una cuota de poder.
En las representaciones del IMSS y el ISSSTE ha habido delegados que no son médicos porque se trata de fondos mutualistas que, entre otros servicios, ofrecen los de salud.
En cada delegación del Seguro Social había un responsable médico, otro de afiliación y el de servicios; cualquiera de ellos podía ser delegado. Pero resulta impensable que la subdelegación médica o la dirección de un hospital estén en manos de alguien que no sea un facultativo.
En el IMSS, podrían estar calificados un administrador o contador, un abogado con o sin especialidad en finanzas, incluso un empresario que conoce las implicaciones de retener las cuotas obreras y aportar las patronales, como es el caso del ingeniero Briseño. En ese sentido, también debió haber delegados del IMSS que vinieran del liderazgo sindical.
En el ISSSTE el cargo solía tener un carácter político. Un colega cuya mayor virtud analítica es su talento para poner apodos, llamó “Doctor Insólito” (en referencia a la película de Stanley Kubrick) al ex procurador Abel Corona cuando lo nombraron delegado estatal. Pero todo porque el columnista nunca entendió que se trata de un fondo solidario y no de una institución dedicada exclusivamente a la salud.
Sin embargo, la Secretaría de Salud es un organismo normativo, donde parece lógico que el titular no sólo sea un médico sino que de preferencia sea un especialista en Salud Pública.

LA SALUD NEOLIBERAL:
En los últimos años ha habido algunos salubristas al frente de la SSyBS: José Rivas Guzmán que fue secretario en el gobierno de Carlos de la Madrid y en el interinato de Ramón Pérez Díaz, así como Ignacio Villaseñor, el secretario que envió el gobierno federal para manejar el sector.
A diferencia del IMSS y el ISSSTE, la SSyBS tiene como objetivo central prestar servicios de salud. Estos no están subordinados al manejo de las cuotas, sino que en la Secretaría el presupuesto está en función de la política de salud.
Un administrador celoso del ejercicio de los recursos pero poco sensible a la problemática de salud, podría decidir suspender la compra de medicamentos si considera que de esta forma puede presionar al proveedor a bajar los precios de los fármacos. O suspender al personal para castigar indisciplinas, aunque en los hospitales y centros de salud hagan falta médicos y enfermeras.
En otro ejemplo extremo, un criterio financiero gubernamental que busque acumular una bolsa con las participaciones federales para capitalizar al gobierno del estado, en lugar de gastar el dinero conforme vaya llegando, sería una medida administrativa audaz pero criminal desde la perspectiva de la salud pública.

EL PLAN A DE MARIO:
Nombrar secretaria a Leticia Delgado le ahorraría a Nacho Peralta la molestia de hacerle entender al médico que eventualmente esté al frente de los servicios, por qué la coordinadora administrativa responde directamente al Gobernador y no a su jefe inmediato.
Nacho siempre ha tenido en Salud quién le maneje los billetes, y esa fue la causa por la que renunciaron los tres secretarios que ha tenido: Alfonso Hernández Ochoa fue director administrativo con Carlos Salazar Silva; Julián Martínez Barrera con Ignacio Villaseñor y Leticia Delgado (quien reapareció en la vida pública de Colima como gerente postal estatal) con Miguel Becerra.
Por lo demás, Leticia Delgado podría representar el perfil acorde con la estrategia de salud que quiere llevar Peralta Sánchez: una secretaria con derecho de picaporte en la Cámara de Diputados, donde se discutirá el presupuesto 2019; y una funcionaria relacionada entrañablemente con uno de los operadores políticos del presidente López Obrador.
En su gira de agradecimiento, el entonces mandatario electo dijo que los colimenses tendrían dos enlaces directos con su gobierno: Mario Delgado Carrillo, desde la cámara baja, e Indira Vizcaíno desde la superdelegación estatal del gobierno de la república.
No dijo AMLO que el diputado Delgado fungiría como cónsul general en Colima, pero en Casa de Gobierno así lo ven y Mario ha actuado en consecuencia con esa expectativa.
A eso hay que agregar que Delgado Carrillo es uno de los aspirantes de Morena a la candidatura al gobierno estatal. Y en la tradición priista, la clase política local asume que debe ofrecerle los espacios y los recursos que ayuden al economista a posicionarse en Colima.
Por cierto, ya se vio por qué los amigos de Mario Delgado insisten en decir que la gubernatura de Colima es su Plan B, cuando la elección local será en tres años y hasta 2024 se jugará la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México: antes de ir por la candidatura oficial en Colima, Mario Delgado tendrá que agotar la posibilidad de ser el nuevo dirigente nacional del partido Morena.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com. Esta columna también se puede leer en: www.carvajalberber.com y sus redes sociales.

ADALBERTO CARVAJAL

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