LA DESCOMPOSICIÓN SOCIAL EN COLIMA, MANTIENE VIVA LA VIOLENCIA

A un año de que se recrudecieran los hechos violentos en el estado de Colima, derivado de una riña al interior del CERESO, en donde nueve personas perdieron la vida y otras más quedaron lesionadas, principalmente la zona conurbada Colima y Villa de Álvarez se ha visto envuelta en un sinfín de hechos que trastocan la tranquilidad de las y los colimenses.

A pesar de que a lo largo de este año, llegan, se van y vuelven a llegar elementos militares para apoyar a las autoridades de los órdenes de gobierno estatal y municipales, la estrategia implementada por el estado no está dando los resultados esperados por la sociedad colimense.

La descomposición social se ha ‘salido de las manos’ de nuestras autoridades, al interior de las familias cada vez los valores se pierden más, se incrementan los conflictos intrafamiliares, hay más jóvenes buscando una ‘vida fácil’, muchos padres no atienden a sus hijos, por diversas causas, la situación económica cada vez está más difícil y esto no permite que los colimenses vivamos en paz, con tranquilidad como lo hacíamos hace algunos años, en donde nos podíamos sentir orgullosos de que se dijera que Colima era un paraíso.

El engañarse con ‘otros datos’ y decir que los delitos van a la baja, no son relevantes, la ciudadanía quiere resultados, la percepción de inseguridad se vive todos los días, la gente de Colima quiere salir de sus casas, a sus trabajos, escuelas, lugares de esparcimiento sin miedo, sin el temor de que suceda algo en alguna parte de la ciudad y les toque ‘una bala perdida’ o simplemente estar en el ‘lugar equivocado’.

Colima está a punto de llegar a mil muertos en un año, en donde familias han quedado con la falta de uno o más integrantes, hay muchos desaparecidos todos los días, madres y padres que lloran el no saber donde se encuentran sus hijos e hijas, robos, asaltos, que merman el patrimonio familiar, que laceran la confianza en nuestras autoridades.

A través de esta Casa Editorial, Líneas Delgadas, exigimos a las autoridades, a quienes elegimos para que gobernaran y gobernaran bien, que hagan justicia no solo por los muertos, sino en todos los sentidos, en el laboral, en los conflictos familiares, en regresarle a los colimenses la paz que tanto se merecen.


No es importante si antes se hacía o no, el tiempo es HOY, es tiempo de que las autoridades asuman sus responsabilidades como lo exige la propia Constitución a la que juraron cumplir y hacerla cumplir, es otorgar todo lo que necesitan los ciudadanos con calidad y eficiencia, salud, educación, seguridad, transporte público, cultura, trabajo, vivienda, calles y carreteras seguras.

Dejen de echar culpas a otros, para eso no los elegimos, otorgamos la confianza en una nueva opción que nos tiene sumergidos en la incertidumbre en todas las materias, en donde pedimos a nuestro Dios (cada quien desde su creencia) para que nuestros hijos e hijas regresen con bien. En donde pedimos que esta violencia ya pare, que dejen de robarnos nuestra tranquilidad, nuestro patrimonio, nuestra vida.

Como ciudadanos, también tenemos que enfrentarnos a nuestra realidad, en saber que si no nos apoyamos, no avanzamos, que como sociedad unida se puede hacer más, denunciemos hechos irregulares de todos los ámbitos, no nos quedemos callados, seamos empáticos con nuestros vecinos, con nuestros compañeros de trabajo, dejemos a un lado el ‘es mejor chingar que ser chingado’, la sociedad colimense nos necesitamos y debemos trabajar por mejorar la situación que enfrentamos todos los días.

Autoridades de los tres niveles de gobierno, reitero, si juraron cumplir y hacer cumplir las leyes, empiecen a hacerlo, porque si no, el pueblo se los demandará.